Dylan Walker
Editor
Una de las mejores formas de protegerse de la inflación es invertir en activos que tengan más posibilidades de seguir el ritmo de la subida de precios o superarla. Entre ellos se encuentran las acciones, los bonos, los fondos de inversión y los fondos cotizados (ETF). Las acciones son especialmente importantes porque tienden a aumentar de valor a medida que las empresas amplían sus operaciones y generan más beneficios. Además, invirtiendo en acciones ayuda a los inversores a diversificar sus carteras y repartir el riesgo de que una sola acción o sector atraviese dificultades financieras.
A la hora de invertir en acciones, bonos, fondos de inversión o ETF, es importante tener en cuenta el riesgo asociado a cada tipo de inversión. Con las acciones, por ejemplo, puede esperar una mayor rentabilidad, pero también más riesgo. Con los bonos, la rentabilidad es menor, pero el riesgo también es mucho menor. Los valores protegidos contra la inflación, como los TIPS (Valores del Tesoro Protegidos contra la Inflación) y los Bonos I (Bonos de Ahorro Ajustados a la Inflación), pueden ser una buena forma de protegerse contra la inflación, ya que protegen contra el riesgo de subida de los precios.
La inflación es la tasa a la que suben los precios de los bienes y servicios. Es una medida general de cuánto han subido los precios a lo largo del tiempo en una región determinada. La inflación suele medirse por el Índice de precios al consumo (IPC), que sigue los precios de una cesta coherente de bienes y servicios que la gente compra habitualmente. Cuando estos precios aumentan, el valor del dinero disminuye, lo que significa que se necesita más dinero para comprar el mismo bien o servicio. Dado que la inflación afecta a la cantidad de dinero necesaria para adquirir bienes y servicios, es importante saber cómo puede afectar a su cartera de inversiones. Afortunadamente, hay varios tipos de inversiones que pueden ayudarle a proteger su cartera de los efectos de la inflación.
La cobertura es una estrategia de gestión del riesgo que consiste en asumir una inversión o posición destinada a compensar las posibles pérdidas de otras inversiones de su cartera. La cobertura puede ayudarle a proteger su cartera contra los efectos de la inflación, ya que le permite proteger el valor de sus inversiones invirtiendo en instrumentos cuyo valor se espera que se revalorice cuando aumente la inflación. Hay varios tipos de estrategias de cobertura que puede utilizar para proteger su cartera de la inflación. Entre ellas están las opciones, los futuros, los swaps y otros derivados. Las opciones le permiten comprar o vender un activo concreto a un precio predeterminado, mientras que los contratos de futuros le permiten fijar el precio de un activo durante un periodo de tiempo determinado. Los swaps y derivados permiten intercambiar un activo por otro para protegerse de las variaciones de los precios de mercado de esos activos.
Cuando la tasa de inflación es inferior o del mismo valor que los tipos de interés, la inflación no supone un peligro importante para los ahorradores. Sin embargo, cuando la tasa de inflación es superior a los tipos de interés, sus ahorros pierden valor constantemente, ya que no se ven compensados por los intereses que recibe. Durante largos periodos de tiempo, esto puede tener un efecto significativo en su poder adquisitivo.
Al protegerse contra la inflación, puede protegerse de esta erosión de la riqueza invirtiendo en activos «a prueba de inflación». Entre ellos se encuentran materias primas como el oro y la plata, inversiones inmobiliarias, acciones y bonos. Al invertir en este tipo de activos, tiene la posibilidad de obtener rendimientos superiores a la tasa de inflación y preservar así su poder adquisitivo.
Además, es importante diversificar su cartera con una gama de activos para no estar excesivamente expuesto a una sola clase de activos. De ese modo, si la inflación sube por encima de lo esperado y el valor de un activo disminuye, el valor de sus otras inversiones podrá compensar esas pérdidas. Al invertir en una gama de activos diferentes, también puede beneficiarse de la diversificación y reducir el riesgo.
Por último, es importante mantenerse al día de los cambios en la economía y de cómo pueden afectar a la inflación. Vigilar indicadores económicos como las tasas de desempleo y el crecimiento del PIB le dará una idea de las posibles presiones inflacionistas en el futuro. Esto puede ayudarle a tomar mejores decisiones.
A continuación puede ver algunos de los mejores inversiones de cobertura de la inflación.
1. Inmobiliaria: Invertir en bienes inmuebles puede ser una cobertura eficaz contra la inflación, sobre todo si compra en zonas con una fuerte demanda de alquiler y un valor de la propiedad en alza. Los costes de la vivienda tienden a aumentar a medida que sube la inflación debido al incremento del coste de los materiales de construcción y de la mano de obra, por lo que poseer propiedades de alquiler puede ayudar a proteger su cartera de los efectos erosionadores de la inflación.
2. Materias primas: Las inversiones en materias primas, como el oro y la plata, también pueden ser útiles como cobertura contra la inflación. Este tipo de inversiones tiende a revalorizarse cuando aumenta la inflación, tanto por su valor intrínseco como por la demanda de inversores que buscan un activo refugio en periodos de inflación elevada. Sin embargo, las materias primas conllevan sus propios riesgos: sus precios son volátiles y pueden experimentar grandes oscilaciones en respuesta a cambios en la oferta o la demanda.
4. Acciones: Las acciones también pueden proporcionar cierta protección contra la inflación, especialmente si invierte en empresas que producen bienes y servicios que son necesarios o deseables incluso cuando otras condiciones económicas se deterioran. Las empresas con fuertes ventajas competitivas, como las que tienen productos patentados o una clientela fiel, suelen ir mejor en épocas de inflación porque son capaces de repercutir en sus clientes los costes del aumento de los precios de los insumos.
7. Oro: El oro se ha utilizado a lo largo de la historia como cobertura frente a la inflación: muchos lo consideran un activo refugio debido a su oferta limitada y a su capacidad para mantener su valor durante largos periodos de tiempo, independientemente de las condiciones económicas o de los movimientos del mercado. Históricamente, precios del oro han subido en tiempos de incertidumbre económica e inflación, lo que convierte al oro en un depósito de valor fiable.
8. Inversiones en divisas: Otra opción para protegerse de la inflación es invertir en divisas. La inflación puede hacer que disminuya el valor de una moneda nacional, lo que hace más atractivas las inversiones en divisas. Del mismo modo, invertir en bonos extranjeros puede proporcionar cierta protección contra la inflación, ya que este tipo de bonos suelen tener tipos de interés más altos que los ofrecidos a nivel nacional. Estas inversiones pueden realizarse a través de brokers en línea o directamente con bancos y otras instituciones financieras.